Todos los fines de semana, en el trabajo, me tengo que tragar 3 partidos como mínimo.
En principio no hay problema. Al cabo de un rato no oigo la tele. Pero, ay! cuando marcan gol... Qué manera de gritar los parroquianos.
Ayer me pegaron un susto que casi se me cae la bandeja.
Puto fútbol!
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